El 2020 ha sido definitivamente un año diferente, en donde se han producido cambios en la forma de trabajar, relacionarnos y vivir.
Durante este año algunas de las asunciones que mucha gente tenía sobre el trabajo se han expuesto a la luz de esta nueva realidad.
La que más me ha llamado la atención ha sido la costumbre de ir todos los días a la oficina. Esto, algo muy común en muchas empresas, incluso en el sector tecnológico, ha sido totalmente trastocado por la nueva realidad que nos tocó vivir en 2020.
Con la llegada de la pandemia, todos los equipos nos tuvimos que adaptar a una nueva forma de trabajo en donde no había interacción física, y todo se hacía de forma remota.
Personalmente lo que esto trajo fueron muchísimos recuerdos de mi trabajo en Careershifters, ya que dicha empresa se fundó como “remote first”.
Uno de los aprendizajes más importantes de este año ha sido trabajar 100% remoto. O más que aprendizaje, ha sido volver a recordar épocas pasadas en donde el trabajo era la norma.
Y ese re-aprender me ha permitido darme cuenta que si bien vernos físicamente importa, más importante es poder tener el coraje de tener las conversaciones incómodas sobre la forma de abordar la evolución de un producto digital.
Dicho de otra manera, estar físicamente hace mucho más fácil “chocarnos” con nuestros compañeros en la oficina y poder tener estas conversaciones. Pero lo importante es la conversación, no la presencia física.
Lo que me enseñó mi experiencia trabajando durante más de 3 años de forma 100% remota en Careershifters es que son las conversaciones lo que hacen la diferencia, y no tanto la presencia física.
Tengo que decir también que la presencia física también es importante y necesaria. Si el equipo es 100% remoto, es fundamental poder reunir al equipo cada 3 a 6 meses para poder compartir y conectar a un nivel que no es posible estando separados por pantallas.
Y también es algo de agradecer poder tener este contacto humano de forma regular cuando se puede ir a la oficina algunos días y otros trabajar desde casa.
Y de nuevo, no me cansaré de repetirlo, lo que hace realmente hace una gran diferencia en los equipos son las conversaciones que estamos (o no) dispuestos a tener, ya sean presenciales o de forma remota.
La pregunta lógica que supongo muchos tendréis es: ¿Y sobre qué deberíamos estar hablando en el contexto de los productos digitales?
Me gustaría dar respuesta a esta pregunta en el contexto de mis compromisos profesionales para el año 2021.
Uno de los retos más grandes de la gestión de producto digital es poder alinear a diferentes profesionales con diferentes puntos de vista sobre que se debe construir y cómo se debe construir un producto digital.
La forma de pensar y ver la realidad de un ejecutivo es muy diferente a cómo lo ve un diseñador, alguien que trabaja en experiencia de usuario, alguien que trabaja en el proceso de extracción y procesamiento de datos, o alguien que trabaja revisando el cumplimiento legal o de protección de datos de una aplicación.
Pero no sólo importa el punto de vista de todos los profesionales que trabajan en el equipo de producto. Igual de importante e incluso aún más importante es tener en cuenta el punto de vista y el feedback de los usuarios que hacen uso del producto digital en el que trabajamos.
Para que un producto digital funcione, bajo mi humilde punto de vista, es importante tener todos los puntos de vista de todos los profesionales que trabajan en el producto digital, y combinarlo con todo el feedback cualitativo y cuantitativo que recibimos de nuestros clientes.
El compromiso que debería tener todo Product Manager (y el compromiso que yo también asumo para este 2021) es tener el coraje y la apertura mental para poder tener conversaciones con todos los profesionales del equipo, y también tener conversaciones de forma regular con los clientes que usan este producto.
El segundo compromiso es crear una estrategia de producto sustentada en datos en donde se refleje la visión y objetivos del producto. Una estrategia de producto que permita medir y comunicar de forma clara y efectiva las decisiones que se toman en relación al producto digital. Y es importante que todos los stakeholders entiendan la razón detrás de las decisiones que se están tomando en el producto digital que gestionas.
Es por eso que este año he decidido apostar por mejorar mi comunicación con stakeholders y también apostar por seguir aprendiendo y profundizando mi conocimiento en el mundo del Data Product Management.
Y el primer paso en este camino ha sido apuntarme al nanodegree de Data Product Management en Udacity .
Durante el 2021 estaré compartiendo de forma regular mis aprendizajes en relación a este y otros cursos que haga durante este año, así como artículos u otros cursos relacionados con el alineamiento de equipos en base al análisis de datos de producto.